A diferencia de lo que ocurre en otras corrientes ideológicas, la mayor parte de los pensadores marxistas vienen de campos como la psicología o la lingüística, por ello los marxistas suelen ser geniales a la hora de analizar cómo funciona nuestra mente cuando percibimos esa realidad. Así no resulta extraño qué 100 años después de publicarse, en 1848, el Manifiesto Comunista, casi la mitad de la población mundial viviese en países comunistas, bajo gobiernos claramente inspirados por esta obra.