Francis Bacon sabía que éramos tontos, él incluido, por eso señaló que debíamos empezar a desconfiar de todo el conocimiento atesorado por gente que creía saber cómo funcionaban las cosas. Y que sólo daríamos por válido un conocimiento que hubiera sido expuesto a los ojos de la mayoría de expertos, sometido a juicio, superado controles exigentes... Una de las herramientas para evitar la tontunez humana es la estadística. Si no existiera, la gente creería que viajar en avión es más peligroso que viajar en coche porque el avión le da más miedo.