Esta falta de representación a menudo se atribuye al mito de que las niñas y las mujeres son intrínsecamente menos adecuadas para la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM). De hecho, la "hipótesis de la mayor variabilidad masculina" se utiliza habitualmente para explicar la representación excesiva de los hombres. Si bien algunos hombres tienen un desempeño inferior al de las mujeres, hay hombres con un desempeño excepcionalmente más alto en comparación con las mujeres. Múltiples estudios han desmentido esa idea.