El Consejo General del Poder Judicial no le ha autorizado una petición para compatibilizar su trabajo en la sala de Instrucción número cuatro con las clases en la Escuela de Danza Pilar Merle

Si te ríes del juez y además luego le vacilas... puede sucederte esto. (Final brutal)

Buenas, soy Emilio Calatayud. El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, ha dicho que “hay que estudiar” la posibilidad de que parte del sueldo de los docentes dependa de los resultados académicos de los alumnos y a mí me parece un error. Y la razón es simple: no todos los alumnos ni todos los colegios son iguales.

El exjuez Lluís Pascual Estevill, que fue condenado a 9 años de prisión por corrupción, ha afirmado hoy que prácticamente nunca tuvo relación con el expresident Jordi Pujol, ni con el exconseller Macià Alavedra, y ha dicho ignorar por qué CiU le propuso como vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Estevill a principios de los años noventa se dedicaba a extorsionar a empresarios a los que investigaba como juez.

Esa mayoría conservadora, sin embargo, no ha funcionado siempre sin fisuras; en una memorable ocasión parte de ella pactó sin previo aviso con sus eternos rivales: a la hora de elegir a un juez para que formara parte de la Comisión Nacional de Reproducción Asistida. Se trataba así de evitar una catástrofe: que el elegido fuera -como estaba inicialmente previsto- un juez de prestigio indiscutido, pero nada menos que católico y padre de familia numerosa; cabría pues esperar que actuara de acuerdo con sus convicciones,

Isabel Pantoja ha salido de la cárcel. De forma poco sorprendente, lo ha hecho entre una marea de periodistas y un irreductible grupo de seguidores que le han aplaudido y vitoreado a las puertas de la prisión sevillana de Alcalá de Guadaira. La pregunta ha vuelto a revolotear entre los medios de comunicación y las redes sociales: ¿por qué aplaudimos a nuestros corruptos?

El futuro de Juez Dredd podría considerarse, seguramente, el sueño húmedo de un fascista de la vieja escuela. Tras unas guerras nucleares terribles, la humanidad ha quedado confinada a las Megaciudades: unas urbes sin aparente fin, llenas de toda la escoria que puede esperarse de las grandes ciudades a una escala casi inconcebible. Pero por suerte para Megacity Uno, donde la acción tiene lugar, los jueces son los encargados de mantener el orden. Estos son a la vez juez, jurado y verdugo, policías omnipotentes que juzgan y castigan al criminal

Documental rodado en Melilla en mayo de 2014. Recoge el salto masivo que más de cuatrocientos inmigrantes realizaron la madrugada del día 28, las acciones de la guardia civil y la situación de saturación que se vivió en el CETI que triplicó ese día su capacidad. Con imágenes y testimonios en exclusiva este documental pretende contar de una forma diferente lo que sucede en la frontera sur de Europa. Para su correcta visualización sugerimos que sea reproducido en ordenador, algunos dispositivos móviles dan error

El partido que lidera el juez que encarceló a Blesa amplía su oferta de 'merchandising' para obtener recursos económicos suficientes para los gastos de la campaña a las europeas.