Una de las manifestaciones más notables de ese fenómeno llamado "posverdad" es el éxito de quienes niegan el valor de los datos empíricos o los utilizan a conveniencia para confirmar sus prejuicios. Un equipo de psicólogos ha profundizado en los procesos mentales que llevan a este estado de desorientación general.
En un mensaje grabado por la BBC en el año 1959 el gran filósofo británico Bertrand Russell responde a una pregunta sobre qué legado fundamental de su pensamiento querría que conocieran los humanos en el futuro. ¿Qué piensa usted que valdría la pena decirle a esa generación sobre la vida que usted vivió y las lecciones que usted de ella aprendió? Fue la pregunta exacta que formuló el periodista.
La posverdad es ya un término consagrado por los posmodernistas. Incluso diríamos por los sucesores del posmodernismo, que son aquellos que quieren superar lo moderno (las ideologías) para llegar a lo pos, a lo pos de lo pos, es decir a la posnada.
A la televisión cada vez le interesa menos el mundo exterior y ha empezado una evolución hacia la endogamia. La consecuencia salta a la luz: lo que cuenta no es que la televisión diga la verdad, sino que ella misma sea la verdad, es decir, que realmente hable al público y con la participación del mismo.
Síndrome de inmunodeficiencia social. La posverdad ha sido facilitada por las nuevas técnicas de comunicación. Me parece sintomático el uso que se hace de la palabra viralidad en las redes