En una de las escenas de la película de Guillermo del Toro, uno de los personajes se lava las manos antes de orinar, pero después. Además lo hace delante de dos trabajadoras, que lo miran incrédula. Es un claro homenaje a Torrente. Y, por si no quedara claro, Guillermo del Toro ha trabajo en películas españolas como El espinazo del diablo o El laberinto del fauno, por lo que se sobreentiende su conocimiento sobre el cine español.