Los estudios genéticos pueden ayudarnos a responder a esta pregunta. Un estudio histórico sobre ADN antiguo realizado en 2021 reveló que una parte considerable del ADN etrusco del conjunto de datos podría atribuirse a poblaciones de la Edad de Hierro del sur de Europa, como las de Grecia y Croacia en particular. Esta conexión genética con los Balcanes proporciona un respaldo notable al informe de Heródoto sobre el origen de los etruscos.