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Vivir en Valladolid: una opción única para todo tipo de familias
Valladolid es una de esas provincias que enamoran con solo poner un pie en ellas. Sus monumentos y atractivos turísticos, su historia, su gastronomía, sus actividades de ocio, el río Pisuerga y sus gentes… ¡Vivir en Valladolid es sinónimo de bienestar!
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Este no ha estado en Valladolid en la puta vida. Es el único sitio de España donde te tratan mal incluso en El Corte Inglés.
De hecho cuando voy fuera y llega un dependiente a atenderte y te empieza a preguntar por cosas como qué talla quieres, co!ores, si te gusta como te queda .... Me siento acosado. Yo estoy acostumbrado a que me traten con cara de asco y que te digan "busca tu en la pila de ropa"
P.S. encima se han dejado el edificio más chulo de Valladolid: la academia de caballería. El resto de la ciudad es un monumento a la destrucción del patrimonio histórico cometido en los años 60. Ves la lista de edificios históricos que ya no están y te echas a llorar.
Y si es verdad que se suele fallar mucho en la atención al cliente. Es muy común eso de que te traten cómo si entrases en casa extraña, más que cómo si te fueran a dar un servicio (no sé si me explico).
Lo del destrozo del desarrollismo es una brutalidad. Es casi misión imposible sacar una foto de patrimonio sin que aparezcan pisos de ladrillo cara vista de los 60 (donde debían estar los edificios históricos con siglos de antigüedad). Por eso los encuadres del artículo parecen tan forzados. Cualquier otra capital de Castilla y León (salvo quizás Palencia) es mucho más bonita de visitar.
Lo que creo que sí es verdad es lo de la calidad de vida. Tiene un equilibrio de tamaño muy bueno respecto al resto de ciudades de España, lo suficientemente grande para tener de todo y lo suficientemente pequeña para poder ir andando (o casi) a todos los sitios. Y además es prácticamente plana salvo parquesol.
Y además es prácticamente plana salvo parquesol.
Tampoco es que sea precisamente el Himalaya, que yo a veces quedo con amigos allí y subo a pata.
Otra cosa buena es la ubicación si tiras hacia el norte. Tienes un tren que te lleva en una hora a Madrid por temas de trabajo y no me como los atascos madrilanos desde hace muchos años. Y el vino es cojonudo. Y las tapas, aunque caras, también molan.
Si les quitas a los vallisoletanos, sería perfecta.
Y por supuesto, cero autocrítica, ni se te ocurra decir que el carácter castellano es muy mejorable... así nos va.