Santiago Ramón y Cajal -'Varío, luego existo'-

¡Mis contradicciones! ¡Ojalá fueran mayores! Ello sería indicio de juventud, flexibilidad y pujanza. Cambiamos con los años y las lecturas. Y no sólo sucesivamente, sino simultáneamente. (…) Parodiando a Descartes diría yo: 'Varío, luego existo'.