«Esta tierra es vuestra y debeis defenderla. Sino lo haceis dejará de serlo muy pronto. Defenderla con vuestra vida y vuestros hijos con la suya, no menosprecieis a vuestros enemigos, porque volveran , si queman vuestra casa, construid otra, si destruyen la cosecha plantad de nuevo, si vuestros hijos mueren haced mas, si os echan de los valles vivir en las laderas de las montañas, pero vivir, siempre habeis buscado jefes, hombres fuertes y sin tacha ¡pero no los hay! sólo hay hombres como vosotros, ¡cambian! ¡abandonan! Mueren, Los únicos jefes sois vosotros mismos, un pueblo que sabe ser fuerte es igual que una fortaleza inconquistable».