Aunque aún no se sabe muy bien por qué, se ha comprobado que las cebras atraen menos insectos que otros animales de su entorno. Se cree que es porque las rayas confunden el mecanismo de aterrizaje de los insectos. No pueden posarse correctamente en su cuerpo, así que las dejan en paz.
A los investigadores japoneses Kojima T, Oishi K, Matsubara Y, Uchiyama Y, y Fukushima Y se les ocurrió aplicar este mecanismo antiinsectos a las vacas.