La tasa de mortalidad por cáncer en EE.UU. cayó un 33% desde 1991, lo que corresponde a un estimado de 3,8 millones de muertes evitadas. La tasa de vidas perdidas por el cáncer siguió disminuyendo en el año más reciente para el que hay datos disponibles, entre 2019 y 2020, en un 1,5%. El informe atribuye este progreso constante a mejoras en el tratamiento del cáncer, menores índices de tabaquismo y aumentos en la detección temprana.