Unos emprendedores británicos, padres de familia preocupados por la omnipresencia de las radiaciones electromagnéticas y su efecto sobre la salud, dicen haber desarrollado una maravillosa “tecnología” capaz de bloquear esas siempre tan “peligrosas” ondas. La realidad es otra bien conocida: otro nuevo engañabobos.
Observen en la imagen la felicidad de estos tres avispados feriantes de carromato.