Rufus nunca llegó a convertirse en una bomba funcional, pero sí causó dos accidentes letales, por lo que quedó grabado en la historia como "el núcleo del demonio". Consistía en un núcleo de plutonio, similar al que se utilizó en la bomba Fat Man, que detonó sobre Nagasaki. Los investigadores del Laboratorio Los Álamos en Nuevo México, donde se diseñaron las bombas atómicas, comenzaron a utilizar este núcleo de plutonio para experimentos extremadamente peligrosos.