Las imágenes a escala atómica surgieron a mediados de la década de 1950 y han avanzado rápidamente desde entonces, tanto que en 2008, los físicos utilizaron con éxito un microscopio electrónico para obtener imágenes de un solo átomo de hidrógeno. Cinco años más tarde, los científicos pudieron mirar dentro de un átomo de hidrógeno utilizando un "microscopio cuántico", lo que resultó en la primera observación directa de los orbitales de electrones. Y ahora tenemos la primera radiografía tomada de un solo átomo.