Es difícil desarrollar una psicología científica, no solo por la complejidad del campo de estudio, sino porque su temática se solapa con la vida cotidiana.
A menudo se tiene la sensación de que todo el mundo sabe de psicología.
El adjetivo “psicológico” acompaña a nuestras más triviales conversaciones. Decimos “es psicológico” para referirnos a un dolor, sufrimiento o cansancio inexplicables. Decimos “es psicológico” cuando hablamos de que realmente podríamos hacer algo, pero nos parece imposible.