A lo que nos enfrentamos ahora no se parece a nada que haya ocurrido antes en la historia de la humanidad, en todos sus 300.000 años, y ciertamente nada remotamente parecido a lo que han conocido 5.000 años de civilización. Ya se puede ver como ha empezado a suceder. Ahora, el verano es la temporada de megaincendios, el otoño y la primavera son la temporada de megainundaciones, y el invierno es la temporada de megatormentas. Y si bien puede parecer relativamente inocuo ahora, los humanos somos eminentemente malos para imaginar la rapidez del…