Los puercoespines pueden ser adorables, pero sus púas son afiladas, diseñadas para empalar y casi imposibles de quitar. El puercoespín norteamericano parece simpático, pero tiene más de 30.000 amenazantes púas en la mayor parte de su cuerpo. Este herbívoro de movimientos lentos sólo las utiliza como último recurso para defenderse de los depredadores. Pero no todo son malas noticias. Los investigadores están diseñando nuevas grapas quirúrgicas que imitan la forma de la púa para cerrar mejor las heridas y acelerar la cicatrización.