Air Protein ha desarrollado con éxito una tecnología de la NASA que permite obtener proteína a partir de gases del aire como CO2 y nitrógeno. Lejos de tratarse de una novedad revolucionaria, esta tecnología tuvo su origen en los 60. El proceso de producción no entraña nada extraño: es una fermentación con microorganismos al igual que sucede cuando elaboramos yogur, queso, o cerveza. Unos microbios llamados hidrogenótrofos gracias a la fermentación consiguen obtener compuestos orgánicos viables que pueden transformarse en aminoácidos.