Pese a que muchos animales usan el eco para ubicarse, para los humanos puede hacer que el habla sea más difícil de entender. Pero el cerebro humano parece resolver el problema con éxito separando el sonido en habla directa y su eco, que a veces tiene un retraso de 100ms. Esa es la conclusión de un equipo de la Uni. de Zhejiang, que usó magnetoencefalografía (MEG) para registrar actividad neuronal al escuchar voluntarios una historia con y sin eco.
- Paper (abierto):
journals.plos.org/plosbiology/article?id=10.1371/journal.pbio.3002498