Curiosamente, esta tendencia es similar a lo que se ha hallado en macacos a los que se les ofrecen juguetes "de niño" y "de niña", según un estudio realizado en 2008, así que las preferencias de juguetes sexualmente dimórficos parecen reflejar diferencias neurobiológicas básicas entre machos y hembras y no son causadas únicamente por la socialización, como han sugerido las teorías cognitivo-sociales del comportamiento de roles de género.