En noviembre de 2022, el condenado a muerte por un asesinato en Estados Unidos, Kenneth Smith, vivió una de las escenas más macabras y surrealistas dentro del sistema de ejecuciones del país. Se pasó cuatro horas en una camilla esperando su muerte mientras los funcionarios trataban, sin éxito, de encontrarle una vía intravenosa. Cuando su ejecución finalmente se canceló, su cuerpo estaba marcado con agujeros. Ahora, en poco más de 48 horas, Estados Unidos se dispone a ejecutarlo nuevamente con un método nunca antes probado: hipoxia de Nitrógeno