Al final de la segunda semana de gestación empieza un complicado proceso que muchos consideran el más fundamental de nuestra creación: la gastrulación, durante el cual se sientan las bases que formarán todos los órganos y tejidos de nuestro cuerpo. Esta etapa es la que define cómo seremos físicamente y la que nos hace seres individuales e irrepetibles, ya que cuando se forma la llamada línea primitiva -dando comienzo al proceso de gastrulación- el embrión ya no puede dividirse para formar gemelos.