Cuando sufrimos dolor o sensación de rigidez, lo solemos atribuir de forma intuitiva a nuestros músculos o articulaciones. Sin embargo, en muchas ocasiones, estas molestias pueden originarse en un componente de nuestro cuerpo que quizá ni siquiera hayamos oído nombrar: la fascia. Tradicionalmente, se le adjudicaba un papel muy secundario, pero en los últimos años ha empezado a cobrar protagonismo. Veamos por qué. La fascia es un tipo de tejido conectivo de aspecto principalmente fibroso y fuerte que cubre todas las estructuras corporales –múscu