Los dinosaurios espinosáuridos podían desarrollar hasta tres generaciones de dientes al mismo tiempo, una alta tasa de reemplazo que explicaría por qué se han encontrado tantas piezas de este tipo en yacimientos del Cretácico.
Los espinosáuridos fueron los dinosaurios carnívoros más grandes que existieron, y hoy sabemos que cazaban sumergidos en el agua. Así lo afirma un nuevo estudio que ha analizado la densidad ósea de estás formidables criaturas del pasado.