La palabra veneno no tiene para nosotros connotaciones precisamente positivas. Sin embargo, los científicos están descubriendo que determinados venenos procedentes de animales pueden ayudar a tratar patologías como el cáncer (veneno de abeja) o la diabetes (veneno de ornitorrinco). Ahora, un equipo de investigadores ha desarrollado una especie de pegamento de acción rápida capaz de detener hemorragias importantes en menos de un minuto usando el veneno de la víbora de cabeza de lanza.