El macho M3 sigue con su estrategia de eliminar a toda costa la descendencia del nido vecino.
El modus operandi de los ataques casi siempre es el mismo, aprovecha que está la hembra sola para avalanzarse sobre ella y tratar de expulsarla.
En este caso lanza el segundo huevo y queda enredado entre los palos del nido, pero minutos más tarde termina la operación.