"Los creyentes en el microbio, jóvenes en su mayoría, recomendaban hervir el agua potable y no ingerir alimento ni bebida que no hubiera sufrido cocción preliminar. Atribuyo al uso del agua hervida y demás precauciones higiénicas la citada inmunidad de mi familia, no obstante conservar en mi laboratorio casero deyecciones de colérico y cultivos del germen en gelatinas y caldos”.