El premio Nobel de química de 1918 es posiblemente el premio Nobel más importante jamás otorgado. Se entregó al científico alemán Fritz Haber, por resolver uno de los mayores problemas que la humanidad haya enfrentado. Su invención es directamente responsable de las vidas de cuatro mil millones de personas. Pero cuando recibió su premio, muchos de sus colegas se negaron a asistir.