El estudio fue llevado a cabo por la Universidad de Oxford y el Instituto Karolinska de Estocolmo y publicado en Current Biology. Se propuso probar la hipótesis de si que si el olfato está moldeado por la cultura, sus resultados deberían ser muy diferentes. Para ello tomaron 10 aromas que abarcaban toda la esfera de los olores mundanos y los presentaron a 235 personas de nueve culturas diferentes. El estudio muestra que dentro de cada comunidad hay mucha variabilidad. Pero, de media, en todas gustan los mismos aromas y disgustan los mismos olor