De las 75.978 notificaciones de acontecimientos adversos, 13.369 fueron consideradas graves (de las que fallecieron 452), entendiéndose como tal, cualquier acontecimiento adverso que requiera o prolongue la hospitalización, dé lugar a una discapacidad significativa o persistente o malformación congénita, ponga en peligro la vida o resulte mortal, así como cualquier otra condición que se considere clínicamente significativa.