Hace miles de millones de años, una versión de nuestra Tierra muy diferente a la actual fue golpeada por un objeto del tamaño de Marte, llamado Tea, y de esa colisión se formó la Luna. La mayoría de las teorías afirman que la Luna se formó a partir de los restos de esta colisión, fusionándose en órbita durante meses o años. Una nueva simulación propone una teoría diferente: la Luna podría haberse formado inmediatamente, en cuestión de horas, cuando el material de la Tierra y de Theia fue lanzado directamente a la órbita tras el impacto.