Proponemos que el disco de tres lóbulos de la tumba del príncipe Sabu (alrededor 3000 a. C.,) se usó en la elaboración de cerveza como un rastrillo de macerado para mezclar e igualar la mezcla de granos y agua caliente en un macerador bastante grande. Esta reinterpretación logra explicar casi todas sus funciones.