Un equipo de investigación de la División de Biotecnología de la Daegu Gyeongbuk Institute of Science and Technology (DGIST), en Corea del Sur, ha confirmado que los microplásticos ingeridos por vía oral terminan acumulándose en el cerebro y actúan como sustancias neurotóxicas. Este descubrimiento se suma a otros similares realizados en los últimos años, que revelan la llegada de los microplásticos al torrente sanguíneo, hígado y pulmones en las personas.