Investigadores de la Universidad del Estado de Washington han encontrado que fumar cannabis puede llevar a una reducción a corto plazo de hasta el 50% de los síntomas del Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). Los tratamientos actuales para el TOC incluyen la exposición y la terapia de prevención de respuesta, donde los pensamientos irracionales alrededor de ciertos comportamientos son directamente desafiados. También se suelen recetar antidepresivos o inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS).