Nada tiene que ver con otros métodos, que pueden tener su arraigo e interés cultural, pero que carecen de base científica. Desde el paso de Filomena, las informaciones y titulares alarmistas han aumentado, además del uso de falsas predicciones basadas en pseudociencias. Vamos a hablar del riesgo que puede suponer para la población y las incertidumbres en predicción.

El paisaje con el que amanecía este martes 15 de marzo gran parte del territorio español parecía sacado de una película de ciencia ficción. Cielos teñidos de naranja y polvo acumulado por todas las superficies, incluidos, claro está, los coches. La capa arenosa con la que se han encontrado la mayoría de los usuarios que iban a coger sus vehículos por la mañana se ha transformado en todo un tema de conversación, pero ¿por qué ha ocurrido esto exactamente?

A las 9.31 horas del pasado 7 de enero de este 2021 se batía el récord de temperatura mínima registrada en España, en el paraje de la Vega de Liordes, en la parte perteneciente a la provincia de León del Parque Nacional de los Picos de Europa. El termómetro marcaba en ese momento -35,8 grados bajo cero y superaba el histórico registro que apenas un día antes, el 6 de enero, se había detectado en el Clot de la Llança (Lleida), en la estación de Baqueira Beret en el Pirineo, donde el termómetro había bajado hasta los -34,1 grados.