Una reciente investigación demostró que los aborígenes no se extinguieron en Cuba y en la actualidad existen personas con un alto vínculo genético con esos primeros habitantes del país.
Tras analizar a 91 personas, residentes en unas 23 comunidades del oriente cubano, se conoció que estas proceden de un grupo de 900 mil mujeres amerindias que vivieron en el siglo XVI.