La degradación ambiental del humedal debido a la eutrofización de sus aguas por vertidos cargados de nitratos agrícolas ha acelerado el declive de una especie que llegó a contarse por millones: era prácticamente imposible bucear en la laguna sin ver alguno, pese a que la pesca para su comercio como objeto de decoración, una vez desecado, ya había reducido su abundancia en los años 80 del siglo pasado, cuando se vendían en la lonja de San Pedro del Pinatar a 4.800 pesetas el kilo.