Tras el macaco Pager y la cerdita Gertrude, el próximo en probar la tecnología de Neuralink será un humano. Y no se trata de otra promesa indefinida de Elon Musk. Mientras escribo esto, la compañía está buscando un "director de ensayos clínicos" para preparar su desembarco en el mundo de los mayores: el complejísimo (a veces, desquiciadamente difícil) proceso de poner un dispositivo médico en el mercado.