¿nos queda mucho por saber? Me cuenta que, según el informe presentado por Barbara Demeneix y Rémy Slama al Parlamento Europeo, se intuye una relación clara entre los disruptores endocrinos que alteran las hormonas tiroideas —claves en el funcionamiento y control del cerebro— y síndromes cada vez más habituales, como la hiperactividad, el déficit de atención o el descenso del coeficiente intelectual de la población (que ha experimentado una caída de tres puntos en Europa en veinte años). «¿Qué diremos cuando se afirme que detrás de estos...