La idea del profesor Alexander Kölpin, de la Universidad Técnica de Hamburgo, es impresionantemente sencilla: si el radar puede utilizarse para localizar barcos, calcular la altitud de los vuelos y señalar a los infractores en la carretera, seguro que esta tecnología sin contacto también puede aprovecharse en la medicina...
Kölpin y su equipo de investigación son los primeros en Europa en desarrollar sistemas de radar para el uso médico y ya cuentan con pruebas clínicas para demostrarlo.