La Corriente del Golfo, una cinta transportadora gigante de agua a través del Atlántico Norte, registra durante las últimas décadas la mayor situación de debilidad de los últimos mil años. Un equipo internacional de investigadores recopiló los llamados datos proxy, tomados principalmente de archivos naturales como sedimentos oceánicos o núcleos de hielo, que se remontan a muchos cientos de años para reconstruir el historial de flujo de la corriente. Publican resultados en Science Advances.