De forma similar a las baterías tradicionales, los supercondensadores también son capaces de almacenar energía. El equipo de investigadores ha desarrollado un supercondensador estructural, capaz de proporcionar tanto soporte estructural como capacidad de almacenamiento de energía. Y los materiales que los conforman son comunes (aluminio, carbono, celulosa, polímero...), lo que implica renunciar al litio y otros componentes difíciles de reciclar. Esto se traduce, por ejemplo, en la posibilidad de fabricar carcasas para teléfonos móviles.