Decía Sigmund Freud que dos hallazgos científicos afectaron dramáticamente a la psicología del ser humano: que la Tierra no es el centro del universo y que llevamos sobre la faz del planeta solo un pequeñísimo lapso de todo el tiempo transcurrido desde su formación, hace 4 500 millones de años. Todo existía sin nosotros. Pero hay que añadir un batacazo más: no somos perfectos, nuestra especie dista mucho de estar bien “diseñada”.