Cuando comencé en la pediatría eran habituales familias con cuatro, cinco, seis o siete hijos. Ahora, como tienen menos, los padres se han vuelto muy protectores. Por ejemplo, veo que los llevan demasiado a las urgencias del hospital en cuanto tienen fiebre de pocas horas. Existe esa costumbre, aunque sea por unas décimas. A veces se preocupan en exceso.