Los estudios teóricos sobre la óptica del ojo humano de Allvar Gullstrand, quien aprendió matemáticas de forma autodidacta, fueron reconocidos con el Nobel de medicina en 1911. Gullstrand investigó en detalle las propiedades geométricas de estos rayos cercanos al rayo principal. En concreto, estudió el frente de onda, una superficie asociada a esos rayos y perpendicular a todos ellos.