“La sangre menstrual, como cualquier otro componente orgánico (excrementos, orines, residuos orgánicos como hojas, peladuras de frutas y hortalizas...) puede usarse como abono orgánico natural. Los componentes básicos que, según el vídeo, tiene esta, los contienen la práctica totalidad de los abonos orgánicos naturales”, explica a Maldita Ciencia Ricardo Díaz Martín, decano del Colegio de Químicos y la Asociación de Químicos e Ingenieros Químicos de Madrid. “No se trata, por tanto, de nada extraordinario”, añade.