Cada año, millones de huevos son rechazados para su venta, mientras que millones de frutas y verduras se estropean antes de ser consumidas. Para solucionar este desperdicio, investigadores de Houston, han creado, a partir de huevos que van a ser tirados a la basura, un recubrimiento que mantiene los productos frescos por más tiempo. El 70% de este recubrimiento está formado por un biopolímero hecho de claras y yemas de huevo, mientras que el resto está compuesto de fibras de celulosa a nanoescala, un poco de curcumina y glicerina.