Científicos de la Universidad de Georgia (EEUU), ensayando en ratones, han descubierto que algunos emulsificantes, que son aditivos de uso común en comidas procesadas, como el polisorbato y la carboximetil celulosa, pueden desencadenar enfermedades inflamatorias intestinales como la enfermedad de Crohn o el síndrome del intestino irritable alterando la composición de la flora intestinal.