En los primeros tiempos de la formación de la Tierra, la atmósfera no contenía oxígeno, pero el hierro disuelto en los océanos se oxidó en cantidades gigantescas y se depositó en forma de roca. Hoy en día, por ejemplo, se puede ver en Sudáfrica como mineral de hierro bandeado (en la imagen de cabecera).
Un nuevo estudio investiga cómo diversas bacterias excretan hierro insoluble como parte de sus procesos metabólicos. Algunas, las oxidadoras de hierro fototróficas, obtienen energía oxidando el hierro con la ayuda de la luz solar, y otras hacie